Beneficios del CBD en personas mayores

Beneficios del CBD en personas mayores

Los beneficios medicinales del aceite de cannabinoides, también conocido como CBD, se han popularizado tanto en los últimos años, que su demanda y usos se han incrementado y diversificado de manera asombrosa. 

El CBD se extrae de las plantas de cannabis y cáñamo. Funciona como soporte medicinal para el sistema endocannabinoide del ser humano, el cual promueve el flujo de endocannabinoides, unos neurotransmisores que se adhieren a los receptores de cannabinoides para mitigar los efectos del dolor y/o el trauma, a través del cuerpo, por lo que se ha relacionado estrechamente con la industria de la salud y el bienestar.

Su potencial para disminuir los efectos del dolor físico y mental ha despertado el interés de investigadores clínicos que han realizado numerosos estudios para probarlo como un tratamiento potencial para muchas condiciones de salud debilitantes como la artritis, la psoriasis y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, padecimientos que se presentan con frecuencia en adultos mayores.

A medida que una mayor parte de la población del mundo se acerca a sus años de senectud, los investigadores médicos están identificando nuevos medios para tratar sus afecciones médicas, siendo el CBD una de las sustancias de mayor interés, pues sus beneficios potenciales para las personas mayores son llamativamente prometedores. 

Por ejemplo, sabemos que cuando las personas entran en la tercera edad, es natural que tanto su cuerpo como su mente comiencen a experimentar cambios relevantes, volviéndose propensas a sufrir dolores físicos o lapsus de memoria. Dado que, hasta ahora, esos deterioros parecen ser difíciles de evitar, los médicos prescriben lo que pueden para ayudar a remediarlos, fomentando el mejor de los estados de salud y bienestar general posibles. 

En este camino de búsqueda del mejor estado físico posible, el CBD ha demostrado ser útil para tratar varias afecciones médicas subyacentes. Además del dolor físico, se han comprobado sus efectos positivos en el tratamiento de la ansiedad y la mayoría de sus efectos, principalmente la agitación, la irritabilidad, la falta de capacidad de concentración y el insomnio.

Se trata de hallazgos importantes, pues la ansiedad es un padecimiento que afecta tanto a nivel mental como físico a la población adulta mayor. A nivel mundial, se estima que entre el 5 y el 10 por ciento de las personas que integran ese grupo de edad sufre algún tipo de ansiedad, con síntomas que son casi dos veces más comunes entre las mujeres que entre los hombres.

La ansiedad puede afectar la capacidad para funcionar en la vida cotidiana y, en algunos casos, está directamente relacionada con la depresión, especialmente entre las personas mayores. En estos casos, el CBD representa un remedio que, por ser natural, no representa riesgos de efectos secundarios, y cuyos efectos pueden percibirse incluso 20 minutos después de ingerirlo. 

Algo similar ocurre con la demencia, una condición debilitante que afecta a los adultos mayores, y que con el consumo de CBD puede retardar las degradaciones tóxicas de la proteína amiloide presente en las células cerebrales, responsables de interrumpir la capacidad del cerebro para funcionar adecuadamente, por lo que en un futuro no muy lejano, cada vez más médicos y científicos podrían prescribir el CBD como un tratamiento viable para la demencia. 


Como vemos, los beneficios del consumo de CBD en la tercera edad son muchos, y aún podrían descubrirse más. Si tienes cerca a una persona que pertenece a este grupo de la población, que padece alguna de las afecciones descritas o que corre el riesgo de padecerlas, háblale sobre los productos derivados del CBD disponibles en muvocbd.com. 


Recuerda que los tratamientos con CBD no tienen efectos secundarios notables y que ningún caso de suministro en humanos ha resultado en una sobredosis clínica, por lo que su consumo es seguro, y la dosis a emplear dependerá más bien de las características orgánicas del consumidor y de la condición médica que desea tratarse, aunque la mayoría de los médicos suelen recomendar el empleo de entre 40 mg y 100 mg por día para sus pacientes.