El CBD puede hallarse en diversas presentaciones, las más populares son los aceites, tabletas y cremas. Cada una de ellas se emplea de acuerdo con el propósito o beneficio que se busca obtener. Lo mismo ocurre con las dosis, pues varían de acuerdo a su forma y su uso. 

Como ya sabemos, el CBD es un ingrediente activo de la planta de cannabis. El número de sus consumidores está creciendo de forma acelerada, y al mismo ritmo lo hace la investigación sobre propiedades, beneficios y dosis adecuadas para obtenerlos. 

La razón principal de la popularización del CBD es su potencial terapéutico “infinito”, además de ser una sustancia generalmente bien tolerada por el cuerpo humano que es capaz de contrarrestar síntomas como el dolor crónico, regular el estado de ánimo, aliviar las náuseas, reducir los síntomas de las convulsiones y la inflamación, mejorar la calidad del sueño, mejorar la movilidad y la espasticidad, por mencionar algunos efectos benéficos en la salud. 

El cannabidiol es, además, un potencial neuroprotector, y como tratamiento sus efectos son prometedores para brindar calidad de vida a pacientes que viven con alzheimer, y esquizofrenia; todo esto sin generar adicción ni efectos psicotrópicos, a diferencia de los medicamentos que convencionalmente se emplean para tratar dichos cuadros. 

Calcular la dosis correcta de CBD a consumir puede resultar confuso, ya que ésta depende de algunas variables personales, por ejemplo: 

• Condiciones generales de salud física
• Edad
• Peso
• Altura
• Metabolismo
• Índice de masa corporal (IMC)
• Formato CBD (cápsula, aceite, etc.)

Si bien, es cierto que el CBD está compuesto por elementos orgánicos completamente naturales, esto no significa que consumirlo sin medida sea positivo. Pueden presentarse efectos secundarios, como sequedad de la mandíbula o somnolencia, mismos que a pesar de ser temporales, podrían resultar demasiado molestos o ponerte en peligro. 

Además, algunas dosis pueden resultar incorrectas, ya sea por ser inferiores o superiores a las adecuadas. Antes de empezar a consumir CBD, toma en cuenta esta información para calcular la cantidad adecuada: 

Si se trata de la primera o primeras veces que consumirás CBD, lo recomendable es empezar con una dosis baja, que te permita aumentar paulatinamente la cantidad en caso de no lograr los resultados deseados. Por ejemplo, para tratar dolores leves, puedes iniciar tomando 3 o 4 gotas diariamente durante 15 días. Si el objetivo es contrarrestar síntomas o problemas más graves, puedes aumentar la dosis con el paso de los días, hasta conseguir el alivio. 

Tal y como ocurre con medicamentos y suplementos alimenticios, es recomendable consultar la opinión de un especialista de la salud antes de usar productos a base de cannabis o CBD; esto podría ayudarte a conseguir con mayor rapidez los efectos deseados.